jueves, 5 de abril de 2007

¿A qué huele?



Para describir Paris se necesitan todos los adjetivos de todos los idiomas, es bello, hermoso, especial, extraño, mágico, insólito y podría seguir así hasta el final de este espacio.

No puedo describir un solo rincón, no tengo el vocabulario suficiente para hacerlo, además mis descripciones evidentemente son subjetivas, no podría transcribir ni los colores y mucho menos los sentimientos.

Pero si me preguntas a qué huele la Ciudad más bella del Mundo, lo puedo decir en una sola palabra: TABACO.

Esta bien, acepto que se oye mal mi comentario, sobre todo viniendo de una ex fumadora: “¡mierda! ¡Cómo fuman! ¡Odio el olor!”... uf! Lo dije.

Es increíble lo que fuman, en el anden del metro, en las tiendas, en el parque, en las cabinas de teléfono, en el hotel, en el baño público, en la estética, bueno ni mencionar la calle y los bares.

Si, lo sé, se ve muy sangrón cuando me paro de un lugar en cuanto llega un fumador ¡lo siento! De verdad, me da mucha pena, pero no lo puedo evitar, además es tabaco, tabaco. Estaba sentada en “el jardín” muy linda yo, con mi baguette de salmón, mi orangina, con una de las vistas más hermosas, cuando llega un trío de adolescentes y comienza el concurso de “quién fuma más”... ¡mierda! ¡Arruinaron mi escena!

Segundo, estoy muy sentadita esperando el metro, llega un guapo muy guapo y comienza a fumar ¡chale! ¡Estamos en un lugar cerrado!

Voy caminando muy linda yo ¡zas! La mujer delante de mí iba fumando mientras caminaba y todo el humo a mi carita... Ah!!

Sobra decir que me salí de dos bares muy bares ¡¡ni siquiera se veía la gente del humo de sus cigarros!!

Lo siento, de verdad lo siento. Pero es real me duele la nariz, me da nausea, lo siento, además los ojos me arden horrible, lo siento, lo siento, me siento re- mal, porque sé lo que se siente que la gente te vea feo porque fumas, lo siento, de verdad.

Y lo diré: A todos mis amigos que aguantaron mi tabaco por tanto tiempo, mil gracias. De verdad si antes los quería ahora los amo. Pobrecitos lo que tuvieron que respirar por mi culpa. Gracias, lo siento.

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