jueves, 31 de julio de 2008

¿Ventanilla o Pasillo?

Cuando era muy niña me daban la ventanilla y era muy feliz, jugaba a buscarle figuras a las nubes. Papá me susurraba que si ponía atención podría ver "algo especial" seguro se refería a un ángel o ¿un ovni?



Pero conforme fui creciendo y los viajes se empezaron a hacer más continuos y más largos, comencé a enloquecer en las ventanillas.


Definitivamente hoy día, prefiero el pasillo, me siento más libre, me siento menos "atada", me es más cómodo y claro pues como soy pequeña puedo moverme a mis anchas, me sobra espacio en el asiento así que no padezco de los empujones de quien pase además por un lado estoy libre, cosa que no sucede en la ventanilla, por un lado la pared blanquita y por otro el pasajero vecino, en el pasillo puedo sacar mis patitas, estirar mis bracitos, hasta puedo hacer la posición de la vela, puedo echar un ojo al carrito de comida sé que es lo mismo para todos, pero me gusta mirar, y no molesto a los vecinos cada vez que pido algo y ellos me lo tienen que pasar y las veces que mis millas me han valido un ascenso igual pasillo, puedo pararme cuantas veces quiera, si no al baño, mínimo para caminar por ahí. Bueno no hay mucho para caminar pero como soy muy mental, el saber que puedo hacerlo en cualquier momento, me tranquiliza mucho, sobre todo cuando soy vuelos de más de dos horas.




Y cómo me volví algo soy huraña, el pasillo me permite huir de los extraños, cuando era niña platicaba con los extraños, ahora me cuesta trabajo, si no me gustan me volteo a ver al resto de los pasajeros, aunque casi siempre mis acompañantes de asiento me resultan de lo más platicones, si después de mis dos o tres primeros "aja" desganados, siguen haciendo platica, pues anda, me instalo a platicar y la verdad es que me llevo muy buenas sorpresa y por eso digo: termino conociendo gente súper "pro". Y eso pasa siempre y cuando no me convierta en la "Bella Durmiente Aérea" tengo una facilidad para dormir antes del despegue es cuestión de práctica, me pongo la "mantita" en realidad es mi pashmina, que sirve tanto de cobija, como de almohada, como de cuellera, etc. Cierro mis ojitos y a soñar. Si no es así, venga la música, un libro, y listo ya esta, que nadie hable, por eso alguien dice que viajar conmigo es como viajar con dos personas distintas, en vuelo, en carretera y al incio del día, soy muda y sorda. Todo lo contrario del resto del día.

Me gusta el pasillo y si ya me pongo muy filosófica creo que también aplica en mi vida y en mis relaciones con el mundo, soy generalmente muy estable, muy cómoda, puedo mantenerme en el mismo lugar durante mucho tiempo, (al contrario de lo que muchos creen) siempre y cuando tenga un "lado libre" para estirarme.

Definitivamente "PASILLO, POR FAVOR"