jueves, 14 de noviembre de 2013

No estoy enojada...

Me da, entre ternura, risas y pena, cuando alguien me dice "te voy a contar algo, pero no te enojes" termina su relato y con cara de preocupación, tentando mi respuesta, claro esta que no me enojo. 

Acepto que he estado enojada, pero también acepto que mucho tiempo he frenado mucho mis respuestas, mis opiniones, mis cuestionamientos, mis posición ante muchas cosas, con tal de llevar la fiesta en paz, y lo sé, lo siento, la copa está llegando a su límite, y antes que se desbordé inundando y ahogando a varias personas, incluida yo,  prefiero vaciarla de apoco. 

Quien me conoce sabe que aguanto mucho, que ante todo busco opciones, soluciones, y propias explicaciones, pero también sabe que el día que ya no encuentro más, doy el salto y entonces mis silencios cobran vida y todo lo que no dije, lo digo fríamente. 

Mi papá  me enseño a calmarme con la frase "no pasa nada" y funcionaba, pero ya no soy una niña, hay cosas que veo que pasan y sigue sin pasar nada, cuando dentro de mi esta pasando todo, y nadie se da cuenta o se dan cuenta, pero como dice mi querido Stone "es más fácil lidiar con tu tristeza que con tu enojo" y mi respuesta es "entonces no me hagan enojar" 

Lo peor pasa cuando eso que me enoja, deja de hacerlo, porque es entonces que ya no me importa y conmigo, aplica "si no me importa.... Es porque no existe" 

Necesito que sepas que estoy enojada contigo, porque olvidaste las promesas, porque olvidaste quien soy, porque no entiendes lo que pasa y no puedes explicarme, porque tengo miedo, porque otra vez tengo que hacerme la fuerte, porque te enojas, porque te pones triste, porque me cuestiono, porque te cuestiono, por lo que me dices, por ponerme en la mira y sobre todo por enojarme conmigo por estar enojada contigo, y lo peor es que no quiero que deje de enojarme porque me importas. 

Estoy enojada, porque mi corazón no entiende.