Abigail me entrego la mano de su madre, le sonreí y ayude a Tina a subir "al zuzu"... todo de prisa con el pretexto de tomar carretera aún con el sol, en realidad, no quería que nadie se arrepintiera de esto.
Comenzó el camino, los cerros, las curvas, los topes, en la asiento de atrás escuchaba la platica, mi copiloto hacia silencio y miraba el paisaje, para cuando cayo la noche Tina le preguntó a mi mamá hacia cuanto se había casado, Doña Jose, hizo cuentas y le dio la fecha... y el siguiente comentario me enterneció "vine a México para tu boda, para ayudar a mi mamá a los preparativos y ahora después de tantos años vuelvo contigo...quien lo iba a pensar"
Fuimos a Sala Uno un proyecto de lo más noble "erradicar la ceguera innecesaria en México" y sorpresa, las cataratas de Tina son operables y lo mejor dijo Javier, el fundador, que Fundación Cinépolis financia las operaciones... así que operaremos lo más pronto posible.
Curiosamente la fecha de la primera operación fue el día de Reyes, parece mágico, regalos de verdad para ella su vista, para mi la sonrisa de ella y de mi madre...
Los días han pasado y he ido escuchando poco a poco su risa, al principio era tímida, hoy es fuerte como aquella que recordaba, cuando tuvo la primera operación me dijo "chiquilla, ya te veo"
con la segunda operación, me sonrie y me dice "oye, eso si duele, eh?" hace unos días salimos a caminar, le dije "dame tu mano"... y ella me dijo "yo te doy la mano, pero tú recuperaste mi vida". Ese día al despedirme me dio un beso y me dijo "un día tú también verás"
A fin de mes se casa Abigail, y sí "su madre la verá... la verá de novia"
Cada vez que en Cinepolis, preguntan "quiere donar a la Fundación" sin duda, respondo "claro que sí, con mucho gusto"
Un día, un día yo también veré..."lo esencial que es invisible a los ojos"
Muchas gracias Tina... "La vida es hermosa, es cuestión de saber sobrevivirla"
