No es difícil comprobar que una de las virtudes del Ser humano consiste en preservar intacta su capacidad de soñar, de imaginar y de formular deseos.
La esperanza es un elemento vital del hombre; el hombre no sería la mitad de hombre sin la esperanza...
La Navidad es un tiempo especialmente propicio para el anhelo. Es tiempo de reflexiones imposibles y propósitos fantásticos.
Al llegar las fiestas de fin de año, quiero desearte que la magia de estos días lleve luz a tu vida y transforme en realidades cada uno de los sueños que seas capaz de evocar.
Y que en 2009, desafíes todo lo que pareciese imposible, dejando a un lado lo puramente racional, lo comprensible…
No olvides que la vida es nuestra única oportunidad de soñar y por ende de materializar.
La Navidad es magia; la navidad es sueño y los sueños... con trabajo se vuelven realidad.
Y sobre todo: ¡¡¡¡NO PIERDAS LA OPORTUNIDAD!!!
¡FELICES FIESTAS!
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